Los datos se han convertido en un insumo clave para impulsar el crecimiento de las empresas, permitiéndoles diferenciarse y mantener una ventaja competitiva. Sin embargo, incluso cuando los líderes de estas han empezado a reconocer que sus datos tienen valor, tienen dificultades para medirlo con precisión, surgiendo la pregunta de si es realmente posible.
John Akred y Anjali Samani, analistas de MIT Sloan Management Review, señalan que un número creciente de instituciones, académicos y líderes empresariales han comenzado a abordar el tema. Según ellos, existen al menos tres razones por las que las organizaciones deben identificar “el valor de sus datos”, ya que esto podría guiar a las organizaciones a tomar buenas decisiones en torno a su monetización y el aprovechamiento de los mismos a nivel interno, así como su implicancia en próximas fusiones y/o adquisiciones.
1. Monetización directa de datos
Muchas organizaciones desean monetizar los datos directamente vendiéndolos a terceros o comercializando productos a través de estos. Para Akred y Samani, la incapacidad de comprender el valor de los datos puede dar como resultado productos mal valorados, mientras que comprender el impacto de exponer datos a terceros (a sabiendas del valor de estos para la monetización indirecta) puede ayudar a guiar la decisión sobre si se debe buscar la monetización explícita.
“A pesar del creciente reconocimiento del beneficio potencial, la mayoría de las organizaciones son muy conservadoras con respecto a los datos que exponen fuera de la empresa. Los buenos enfoques de valoración podrían ayudar a los líderes a comprender si la venta de sus datos realmente afectaría su posición competitiva o su capacidad de obtener su propio beneficio”, indican.
2. Inversión interna
Comprender el valor de los datos también podría ayudar a priorizar y dirigir las inversiones. Los analistas señalan que, desde su experiencia, la mayoría de las organizaciones se esfuerzan por articular la relación entre sus inversiones en TI y el valor comercial en general. No obstante, para los sistemas de datos, el problema es particularmente agudo.
“Las encuestas informan que solamente entre 30% y 50% de los proyectos de almacenamiento de datos tienen éxito en la entrega de valor”, indican.
Así las cosas, comprender cómo los datos impulsan el valor del negocio puede ayudar, a su vez, a comprender dónde es necesario minimizar los costos y dónde invertir para obtener un ROI potencial.
“La capacidad de articular la contribución de los datos al valor general de una organización puede transformar la relación entre la tecnología y la gestión empresarial”, indican.
Agregan además que los Chief Experience Officers (CXO) encargados de administrar los datos aseguran que su capacidad para articular el valor comercial de las inversiones de datos con rigor respaldado por el CFO da como resultado más recursos disponibles para generar resultados más positivos para sus organizaciones.
3. Fusiones y adquisiciones
La valoración imprecisa de los activos de datos puede ser costosa para los accionistas durante las fusiones y adquisiciones. Steve Todd, ejecutivo de EMC, argumenta que las valoraciones de datos pueden ser usadas tanto para negociar en mejores términos ofertas públicas iniciales, fusiones y adquisiciones, pero también procesos de bancarrota, mejorando la transparencia y la comunicación con los accionistas.
“¿El precio de compra de LinkedIn por Microsoft incluye el valor de los datos de LinkedIn sobre profesionales y empresas?, ¿analizaron los usos potenciales de los datos de la compañía?”, se preguntan Akred y Samani.
Para ellos, la suposición de que el valor de los datos es capturado solo por las cifras de ventas e ingresos puede subestimar el valor total de una transacción en beneficio del comprador y en detrimento del vendedor.
Falta avanzar
Los analistas consideran que dado que las prácticas contables generalmente aceptadas no permiten que los datos se capitalicen en el balance general, esto lleva a una disparidad considerable entre el valor en libros y el valor de mercado de estas compañías, además de una posible falsificación de precios de las primas de valoración.
Si bien los estándares internacionalmente acordados pueden surgir en los próximos cinco años, la Asociación de Contadores Certificados (ACCA), la organización global de contabilidad profesional, está alentando a las compañías contables a presentar sus enfoques.
Un ejemplo lo presentan Wilson y Stenson en un paper titulado “Valuation of information assets on the balance sheet: The recognition and approaches to the valuation of intangible assets”, en el cual proporcionan una revisión de los enfoques contables que reconocen y valoran los activos intangibles en general, y los activos de información en particular.
Los enfoques existentes son útiles, pero limitados
Los métodos para valorar los datos son variados y, al igual que los modelos estadísticos, todos tienen limitaciones, pero algunos son útiles.
El director de Tecnología de Servicios Globales de Dell, Schmarzo, desarrolló el llamado enfoque de “valor prudente”, que valora los conjuntos de datos en función de la medida en que podrían utilizarse para impulsar iniciativas comerciales clave que respalden la estrategia empresarial general de una organización.
Este enfoque tiene dos ventajas principales: proporciona la valoración del campo de juego (o un rango de valores) para el conjunto de datos derivados del valor financiero de la iniciativa empresarial y enmarca el proceso de valuación de datos en torno a las decisiones comerciales que deben tomarse para impulsar la iniciativa empresarial específica. Asimismo, cuantifica las formas en que se pueden utilizar los diferentes conjuntos de datos y el impacto que esto podría tener en el éxito de la iniciativa empresarial objetivo.
El mapeo de datos a resultados valiosos puede cumplir muchos propósitos de valoración. Admite rigurosos argumentos de ROI basados en resultados comerciales concretos para las decisiones de inversión de TI. También puede orientar los esfuerzos de monetización directa de precios, relacionando el valor comercial de las decisiones que los terceros usan con respecto a los datos para guiar el precio que podrían pagar por el acceso.
Algunos de los trabajos más completos sobre el tema de la valoración de datos provienen de Douglas Laney, analista de Gartner. Laney, propone la “infonomía” como una disciplina económica, argumentando que la información debe tratarse como un activo corporativo real que debe ser medido, administrado y desplegado como si fuera un activo tradicional.
Laney describe seis métodos diferentes de valoración de la información, tres fundacionales y tres financieros: los métodos fundamentales se dirigen principalmente a las empresas que desean priorizar o crear un conjunto de características de calidad de datos para tener una idea de cuál es su valor relativo o intrínseco. Estos métodos obligan a las empresas a hacer un balance de sus datos, cómo lo están aprovechando (o no) y, finalmente, expresan su valor y evalúan lo que es y lo que no es útil.
Las medidas financieras de Laney se basan en métodos para valorar activos intangibles. Sin embargo, la mayor limitación de su enfoque es que no vincula el valor de la información con su papel en el apoyo a las decisiones comerciales.
“Es más probable que su enfoque sea útil para valorar los datos en las transacciones de fusiones y adquisiciones”, indican Akred y Samani.
¿Donde empezar?
Si bien todavía hay espacio para una mejora significativa en la forma de valorar los datos, Akred y Samani creen que los métodos actuales aún pueden ser útiles para las empresas.
Según ellos, las organizaciones deben comenzar los esfuerzos para:
- Crear un consenso de gestión sobre cómo crear casos de negocios para inversiones de TI en datos, infraestructura y capacidades.
- Usar la valoración de sus datos para priorizar las inversiones de estos.
- Comenzar a catalogar y estimar el valor de las capacidades existentes y potenciales basadas en datos para informar la valoración en los mercados públicos o en las transacciones de fusiones y adquisiciones.
Para los analistas, las organizaciones que se vuelvan más capaces de obtener valor de sus datos sin duda se darán cuenta de los beneficios y la ventaja competitiva
“Desarrollar la capacidad de comprender el valor de los datos y la contribución a los resultados es una parte importante de la entrega de ese valor”, puntualizan.