La brecha de disponibilidad cuesta a las empresas en promedio $21.8 millones de dólares. Esa es una de las razones por las que la prioridad de las organizaciones en 2018 será evitar interrupciones y fallas en los sistemas, según lo explicitan los resultados del Reporte de Disponibilidad 2017 de Veeam.
“En vista del daño que las violaciones a Equifax y Yahoo provocaron en la imagen de estas compañías, podemos apostar que una de las principales prioridades en 2018 será prevenir interrupciones, violaciones y fallas de sistemas”, destaca Peter McKay, CEO de la firma.
McKay dice que el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, así como regulaciones similares en otras regiones, ahora requieren que las organizaciones informen cuando sufren alguna interrupción o falla, lo que, en efecto, mancha la imagen de las organizaciones que sufren estos episodios.
“Aunque anteriormente existía el requisito, ninguno era tan fuerte como lo que se verá el año próximo. Antes, uno era un buen ciudadano por reportar; ahora, es un mal ciudadano si no lo hace y, además, será acreedor a penas graves”, agrega.
Análisis predictivo
Otro aspecto que marcará el 2018 es que prácticamente todas las grandes organizaciones se convertirán en compañías de software en su núcleo. Según el analista, esto implicará tener que apoyarse en tecnologías como la inteligencia artificial para analizar Big Data e identificar de mejor forma las tendencias de los clientes.
McKay estima que las empresas también buscarán automatizar su cadena de suministro para que sea más flexible y eficiente, y rediseñarán sus centros de datos para que puedan desarrollar nuevos servicios digitales de forma más rápida y ágil.
“Incluso si los ingresos de una compañía provienen de vender papas a la francesa congeladas o condominios remodelados a la orilla del mar, el éxito de sus negocios dependerá cada vez más de la calidad, tanto de su tecnología como de su producto o servicio”, destaca.
Migración hacia la nube
El experto pronostica que si bien las juntas directivas y los CEOs de grandes empresas están tratando de impulsar una estrategia “centrada en la nube” cuando se trata de inversiones en TI (en plataformas como Azure, Amazon y Google) con el fin de actuar con mayor rapidez y agilidad, los CIOs nunca van a colocar todas sus aplicaciones y datos en la nube.
“Ciertamente, veremos una mayor adopción pero, al final, pasaremos de cerca del 30% de aplicaciones y datos en la nube a solo un poco más de la mitad”, recalca.
El caso de las PyMEs es distinto. Estas sí están moviéndose agresivamente hacia la nube, principalmente, a través de aplicaciones, aspecto que seguirá siendo tendencia en 2018.
A criterio del ejecutivo, la gran mayoría de las aplicaciones críticas de muchas empresas de este sector estarán en la nube para finales de 2018.