Central de Corretajes (Cencor) nació en 1988 con el objetivo de impulsar la infraestructura para mercados financieros en México, Estados Unidos y América Latina; en el 2013 presentó los primeros documentos para oficializar el proyecto de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA), dos años después inició la solicitud de concesión para organizar y operar, y recién en agosto del 2017 logró obtener la autorización, con vigencia indefinida, para su funcionamiento. Hoy, a las 7:30 de la mañana, se lanzó el primer nuevo mercado bursátil mexicano en más de 43 años.
Cerca de 100 órdenes se recibieron en el inicio de operaciones de esta nueva bolsa de valor en México. Finamex Casa de Bolsa fue la primera y hasta el momento alrededor de 40 casas de bolsa se han embarcado en el nuevo sistema. Santiago Urquiza, presidente de Cencor, señaló en la ceremonia de inauguración que, “En estos cinco años de trabajo nos dedicamos a la investigación, y juntamos cerca de 80 documentos. Todos indicaban que la competencia hacía crecer a la industria. En el caso de una Bolsa de valores esto se da al atraer a mayor inversionistas y empresas”, a lo que agregó que el compromiso de BIVA es hacer crecer al mercado, y convertir a la nueva Bolsa en una alternativa de fondeo para empresas a nivel nacional.
Fueron necesarios $1,000 millones de pesos de inversión para que la segunda Bolsa de méxico viera la luz. El monto fue aportado por el fondo de capital LIV Capital. Alex Rossi, socio director de LIV Capital aclaró a Expansión que la inversión se hizo en Cencor, y no solo en BIVA, aunque “la gran mayoría fue al proyecto de BIVA. Como todo proyecto, vas invirtiendo en función a las necesidades: iniciamos con una cifra, pero sabíamos que necesitaríamos más”.
En la ceremonia participaron el secretario de Hacienda y Crédito Público, José Antonio González Anaya; del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, José Ramón Amieva; de los presidentes de la CNBV, Bernardo González Rosas, de la AMIB, José Méndez Fabre y del Consejo Consultivo Empresarial (CCE), Juan Pablo Castañón, así como la subgobernadora del Banco de México, Irene Espinosa, entre otras personalidades.
Cabe recordar que, desde febrero de este año, BIVA lanzó al mercado su índice insignia FTSE-BIVA, producto de una alianza con FTSE Russell -empresa del London Stock Exchange Group-, el cual representa de forma más incluyente al mercado de valores mexicano, al estar integrado actualmente por 52 emisoras (frente a las 35 del IPC de la BMV) e incluir por primera vez a las FIBRAs.
Empoderar a las fintech
BIVA —un proyecto derivado de la reforma financiera— quiere crecer el mercado bursátil a través de una oferta diferenciada apoyada con tecnología, apuntó en entrevista con IT Masters Mag, Luis Sahagún, CIO de BIVA, en el marco del New Banking+Financial Forum, de Netmedia, el 2017. “La tecnología es un habilitador, no un ancla”, indicó el ejecutivo en aquella ocasión.
Para Sahagún, quien ha colaborado como CIO a nivel nacional y regional de empresas como Banorte, Serfín, General Electric, Nielsen, Scotiabank, entre otras, la labor de BIVA es un claro ejemplo de cómo la tecnología elimina las barreras y permite a los emprendedores “aprovecharse de las limitaciones de las empresas más grandes”.
Para el CIO de BIVA es importante que los negocios fintech se valgan de la tecnología y la flexibilidad que entrega para responder a las necesidades de un mercado. Con ello en mente, dijo, “decidimos crear una opción diferenciada y dar ventajas con las que hoy no cuenta el complejo mercado de valores”.
“Necesitábamos la mejor maquinaria de negociación, que es el corazón de la bolsa, y encontramos la tecnología Nasdaq”, explicó.
La firma apostó por Nasdaq y su sistema X-stream Trading y Nasdaq SMARTS; ambas, de las plataformas más utilizadas en las bolsas de todo el mundo.
La continuidad del mercado, mayor liquidez, reducción de costes de ejecución, innovación tecnológica y atracción de nuevas empresas, incluidas medianas, se citan entre los principales beneficios de contar con una nueva bolsa de valores en el país.
“La intención de BIVA es democratizar el mercado. Entre más emisores existan habrá una mayor liquidez de mercado y resultará mucho más atractivo, y será un mejor negocio para todos; incluida la economía mexicana”, concluyó el CIO.